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MENTIR DICIENDO LA VERDAD


Dudo que quede alguien que no haya visto aún el anuncio del Volkswagen Golf GTE, el nuevo híbrido enchufable del fabricante germano. Que me aspen si no es el chollo de la década: las prestaciones del GTD  -204 CV, de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos-  con el consumo de... ¡1,5 litros de gasolina! Como diría José Mota, no hagáis números: eso es imposible.

Soy consciente de que mis lectores, escasos pero nada ingenuos, estarán probablemente tan patidifusos como yo. ¿Puede Volkswagen vender su producto utilizando mentiras de tan gordo calibre? La respuesta es un poco más enrevesada que un sí o un no, porque lo cierto es que Volkswagen no nos miente.

Vamos a profundizar un poco: en consumo de un coche depende fundamentalmente del conductor, orografía y velocidad, siendo la temperatura, los neumáticos, el estado del coche o la carga que lleve aspectos que también condicionan el consumo final. Para equiparar los consumos y poder compararlos está el ciclo NEDC  - New European Driving Cycle-  , una prueba que, supuestamente, emula el uso medio de un coche.

Aquí luce radiante el Fiat 500 0.9 TwinAir con sus 4,2 litros/100 km según ciclo NEDC

Esta prueba NEDC se lleva a cabo en una nave cerrada, para tener siempre unas condiciones similares. El coche ha de tener entre 3.000 y 15.000 kilómetros y parte de unas condiciones de temperatura y nivel de fluidos concretas. El "recorrido" consta de 2 partes: la primera emula un uso urbano en el que básicamente se simula una calle con semáforo, alcanzando distintas velocidades. Viene a ser algo así como alcanzar 15km/h en primera, parada. 35 km/h en segunda, parada. 50 km/h en tercera. Todo esto en algo más de 3 minutos durante 4 iteraciones.

La segunda emula un recorrido extraurbano en el que se alcanzan 70 km/h y se mantienen durante un minuto aproximadamente, se reduce a 50 km/h durante otro minuto, se vuelve a los 70 iniciales y tras otro minuto se alcanzan los 100 y 120 km/h durante unos segundos. Se hace la media con la prueba anterior y a correr. Lo cierto es que para comparar no se me ocurre nada mejor, porque la igualdad de condiciones deshecha un montón de factores que podrían alterar los resultados, y además es una solución económica. Pero que se utilice como simulación de lo que sería la vida real es un camelo gordo.

El mismo 500 de antes en la vida real. El usuario más ahorrador gasta 5,44 litros. La media, dos litros más de lo homologado

De hecho, casi ni para comparar entre coches sirve, porque tener sistemas como Stop/Start falsean bastante la prueba porque en el recorrido urbano se ahorran décimas en los semáforos ficticios, pudiendo tener un coche sin Stop/Start que gasta menos que otro pero sobre el papel consumir más.

Híbridos: el cachondeo toca techo

Como ya llevamos unos añitos con esto, la mayoría sabemos que hay mucho de reclamo publicitario en las cifras de consumo de los anuncios y el dichoso ciclo NEDC, así que recurrimos a foros, pruebas como las de Km77 o directamente sumamos 1.5 o 2 litros a lo que dice la tele y listo. Sin embargo ahora con los híbrido se han alcanzados nuevas cotas de surrealismo.

Para empezar ya mienten en dos cifras: la de número de kilómetros que se pueden hacer en modo puramente eléctrico  -si te dicen que 50 km, con suerte llegarás a 40-  y en el propio consumo. La razón de que los híbridos mientan tanto se debe a que empiezan la prueba con el depósito y las baterías llenas: en la primera prueba, el ciclo urbano, el coche probablemente funcionará en modo exclusivamente eléctrico la mayor parte del tiempo, si no todo. Luego en el recorrido extra urbano, imagino que el motor eléctrico vaya asistiendo al térmico hasta que las baterías se vacíen. El consumo será ya de por sí bajo, pero encima hará media con el consumo obtenido en el ciclo urbano, que será ridículo si no inexistente. ¿Resultado? Cifras como la del Golf GTE.


Pero, ¿qué pasa si quiero hacer un viaje un poco más largo de 10 minutos? Pues lo obvio: que las baterías se te gastarán, el coche hará uso del motor térmico casi todo el tiempo y el consumo se irá a los 6 litros tranquilamente, porque cuando no se hace uso del motor eléctrico, los híbridos tienen que cargar con 200 o 300 kg extra derivados de baterías y sistemas eléctricos.

Que quede claro que esto no es ninguna crítica despiadada ni a Volkswagen  -que al fin y al cabo hace lo que los demás fabricantes-  ni a los coches híbridos. Estos últimos son alternativas más eficientes y menos gastonas que los gasolina o diésel: sus particularidades los hacen mucho más ahorradores en ciudad y a bajas velocidades, pero muy poco mejores en carreteras nacionales, autovías o puertos de montaña, las cosas como son.


Quiero pensar que el cliente es correcta y honestamente informado en los concesionarios de estas cosas, para que elija correctamente sin engaños ni manipulaciones, porque al fin y al cabo no todo el mundo que necesita un coche es un friki que sabe todas estas cosas. De no ser así, lo más fácil es que alguien que viva en el pueblo más alto de los Picos de Europa le pegue fuego al concesionario cuando descubra que ese híbrido por el que pagó 5.000 euros de más gasta lo mismo que la versión diésel corriente y moliente.

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