Aprovechando el viaje que hice en el Seat León de la última prueba, tuve la fortuna de poder acercarme hasta Mlada Boleslav, sede de Skoda Auto. Allí, entre otras cosas -habrá pronto una entrada de ello- pude ver y hasta tocar el nuevo Fabia. No se trata de un restyling -a veces las marcas llaman "nuevo" a cuatro retoques estéticos- si no de una nueva generación en toda regla.
Se construye sobre una plataforma nueva derivada de la PQ25 anterior, y por tanto no llevará la MQB se esperaba. Ahora pesa menos, unos 50 kilos según la marca, y aunque la base es ahora algo más larga, el Fabia 2015 es un centímetro más corto, tres mas bajo y nueve más ancho, dejando atrás esa imagen algo “extraña” del anterior. Estará disponible en versión cinco puertas -no está prevista una de tres- y en versión familiar, ambas con tres niveles de equipamiento: Ambition, Active y Style.
El nuevo diseño, que toma claramente rasgos del concept Vision D -una preciosidad que ojalá vea la luz- lo coloca desde mi punto de vista como uno de los coches más bonitos del segmento B. La imagen, mucho más agresiva, deportiva y compacta que la anterior, será sin duda del gusto de un público más amplio. Destaca especialmente la versión familiar, con un perfil muy conseguido.
Habrá dos bloques de gasolina disponibles, el 1.0 MPI de 60 y 75 CV y el 1.2 TSI en versiones de 90 y 110 CV. En diésel, un único bloque 1.4 tricilíndrico será el responsable de darle vida al Fabia, con dos variantes de 90 y 105 CV a las que se le unirá un GreenLine de 75 CV más adelante. Partirá de 11.100 euros para la versión más básica y a buen seguro será, como hasta ahora, una de las alternativas más sensatas de su segmento.
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