Poco ha tardado Toyota en responder a la agresiva rebaja de precio del 370Z. A razón de 32.900 €, el deportivo coupé de Nissan suponía una alternativa demasiado a tener en cuenta, por más que aún estuviese 3.000 € por encima y la diferencia de mantenimiento entre los modelos no sea nada despreciable. Resulta francamente difícil plantarse en cinco millones de las antiguas pesetas y no ahorrar un poco más para acceder a un V6 de 328 CV, bastidor serio y tracción trasera.
Toyota ha recogido el guante y su brillante GT86 partirá ahora de 26.200 €, en su versión manual, y de 29.700 la menos recomendable -a ojos del purista- versión automática. Un precio que lo coloca como una alternativa aún más interesante que los GTI tradicionales como Golf, Mégane o Astra, coches que solo se pueden comparar al Toyota vía precio. Si antes las dudas podían venir por la decisión entre rapidez y pragmatismo o rapidez y sensaciones, el precio pasa a ser ahora un factor que ayudará mucho a decantarse por la segunda opción.
Las buenas noticias para los aficionados no terminan en la guerra de precios entre Nissan y Toyota, también Fiat ha tenido a bien rebajar la versión deportiva de su gallina de los huevos de oro: el Abarth 500. Ahora partirá de 14.990 €, una cantidad que se antoja razonable por un coche pequeño, deportivo y con mucho carácter: una pelotilla de poco más de 3,6 metros con un motor T-Jet de 135 CV que lo lanza hasta los 100 km/h en menos en menos de ocho segundos y supera los 200 km/h. No es un mal currículum con el que atravesar la ciudad...
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