Se van despejando dudas en el tercer día del Rally de Montecarlo, a pesar de que se han apretado un poco las cosas en cabeza. Ayer nos ibamos a dormir con los tres Volkswagen en cabeza y ahí siguen tras la jornada de hoy, con paso firme hacia otro triplete.
La mañana comenzaba con el primer tramo, Prunieres - Embrun, suspendido por los comisarios, siendo el larguísimo Lardier - Faye, de 50 kilómetros, el que inaugurase la mañana. El scratch fue para Robert Kubica, que ya sin posibilidades de cuajar un buen resultado voló literalmente por la carretera alpina, beneficiado por la arriesgada monta de neumáticos sin clavo que eligió para su Fiesta WRC. Más de medio minuto sacó el polaco al segundo, un muy competente Kris Meeke. Loeb, reenganchado, firmó el tercer mejor tiempo.
Dani Sordo llegó quinto con más de un minuto perdido, aunque le sacó casi otro a Neuville y eso le permitió ganarle el puesto en la general. Hay que bajar hasta el noveno puesto para encontrarse con un tal vez demasiado relajado Ogier -y más ahora, que los pilotos no pueden ver los tiempos intermedios de los demás pilotos- , que llegó a casi dos minutos de Kubica. Una relajación que ciertamente se podía permitir, pero que dejaba a Latvala a "sólo" un minuto, una diferencia insalvable en cualquier otro rally... pero no en Montecarlo.
El siguiente tramo, la segunda pasada por el tramo que no llegó a disputarse, fue territorio Loeb, que le ganó la partida a Kubica, otra vez rapidísimo. Latvala aprovechó para arañarle algunos segunditos a Ogier, haciendo Dani Sordo lo propio con su compañero Neuville. El último tramo de hoy fue el más que reconocido Sisteron, de 30 kilómetros, donde Meeke fue el más rápido junto con Kubica. Latvala, muy incisivo, volvió a levantarle nada menos que veinte segundos a Ogier, reduciendo así la distancia a unos escasos 40 segundos con su jefe de filas. Los 50 kilómetros programados para mañana, repartidos en dos tramos cortos de diez y uno largo de treinta, no parecen suficientes como para que le de alcance, pero Ogier no podrá confiarse en ningún caso, y mucho menos cometer errores.
Mikkelsen, que a la chita callando se aupó ayer al tercer puesto, debería tener un día tranquilo, toda vez que su perseguido más inmediato, Mads Ostberg, se encuentra a más de un minuto y su ritmo no debería inquieta a Andreas. El que sí se la jugará mañana será nuestra pareja Sordo - Martí, tanto por la posibilidad de alcanzar a Ostberg, a algo más de medio minuto, como por la de resistir los envites de Neuville, a sólo cuatro segundos.
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