UN VISTAZO RÁPIDO A BRATISLAVA


Tranquilos, Con R de Racing sigue siendo un blog de coches y no una bitácora de viajes. Sin embargo, dado que estaré fuera de suelo patrio durante algún tiempo  -cambio el siempre atractivo norte español por Eslovaquia-  aprovecharé para contaros un poco que hay por aquí en cuanto a parque automovilístico.

Sé que os estáis imaginando una ciudad medio soviética sembrada de Skodas y… bueno, en parte es así. Cuando llegué aquí, y como no podía ser de otra forma, mis ojos registraban los coches que iba viendo mientras los demás turistas se quedaban con plazas, edificios y monumentos. En general puedo decir que me sorprendió el primer vistazo a su parque automovilístico, que esperaba más deteriorado y vetusto, pero no difiere en gran medida del que se puede ver en cualquier otra ciudad europea.

Los Skoda son legión, y no creo estar descubriendo nada con esta afirmación. Si levantas una piedra salen dos Octavias, un Fabia y medio Yeti. Y aparte está el onmipresente Felicia, encarnación de la robustez y la sencillez. Tengo que hacerme con uno y traerlo a estas páginas, a ver sin encontramos el secreto de su fiabilidad.
 
Míralo ahí, solo, con esa mirada inexpresiva... Herencia soviética con sus virtudes y defectos

Volkswagen también hay a patadas, sobre todo los modelos Golf y Polo. El éxito de VAG termina aquí porque los SEAT que he visto los cuento con una mano y Audi tiene mucha menos relevancia que sus rivales BMW  -debe de haber cinco por cada dos habitantes-  y Mercedes, que tiene en los A  -el monovolumen, no el compacto- , B y C sus modelos más representativos. Se ve que aquí tienen un concepto de lo que es “premium” algo distante  -y quizá más acertado-  del nuestro.

Mucho menos francés que en España, los que hay suelen ser Mégane  -entre los más vendidos, pero aquí en la capital se ven poco-  , un puñado de C4 y algún modelo de Peugeot. Tampoco abundan los Ford, y los pocos que se ven son los Fiesta y los Fusión. Aún no he visto un Focus. Con los coches italianos pasa un poco lo mismo, no se ven demasiados. Kia y Hyundai sí están más presentes, y me consta que su tendencia en Eslovaquia es muy positiva al igual que sucede con Dacia, aunque esto ya no es novedad. Aprovecho para recordad que en España el Sandero ya fue líder de ventas en Agosto.

Las marcas japonesas tienen una destacable cuota de mercado aquí, están bien por estos lares. Es frecuente ver Toyotas  -aunque híbridos, pocos-  , más de un Honda, un puñado de Suzukis  -me sorprendió ver un SX4 en versión sedán-  ... Tampoco es raro toparse con un algún Subaru como el Forester o el más reciente XV. Por otro lado, y aunque ya no hablemos de fabricante japonés, es más común que en España ver un Volvo.
 
Ejemplo de personaliación un poco regulera...

Ahora bien, ver se puede ver de todo. En solo 5 días he visto un Rolls-Royce Phantom, un Evo IX precioso, tres Hummer  -uno de ellos pintado a gotelé, lo juro-  un Jaguar XK, un Maserati Quattroporte, un Mini JCW… nada mal, ¿verdad?

Observo que por aquí tienen la costumbre de personalizar los coches con relativa frecuencia. Concretamente, tocan bastante el tema de las llantas y no con demasiado acierto, porque casi siempre el coche queda más feo que de origen. O quizá lo hagan por deshacerse de los tapacubos, muy extendidos en esta parte de Europa. En cualquier caso, nunca les reconoceré su buen gusto por las llantas hermosas. Por cierto, hablando de tunning, he visto aquí uno de los 350Z más bonitos que recuerdo  -páginas de internet incluidas-  puesto con gusto exquisito: kit de ensanche, suspensión rebajada, frenos gordotes y las conocidas  -y ya míticas-  Volk TE37.

No era como este... pero casi

En este país, al contrario que en España, los SUV tipo Nissan Qasqhai o Mitsubishi ASX no tienen tanto éxito, aunque están presentes. En su lugar triunfan los station wagon, versiones familiares de compactos o berlinas, un fenómeno que también se da en otros países europeos como Alemania. En España somos más de tirar por un Scenic o un C4 Picasso cuando el segundo hijo/a llama a la puerta. No se si será más o menos práctico, pero dinámicamente me temo que el centro de gravedad puede hacerse notar.

Otro segmento con cierto peso es el de los grandes todoterrenos, tamaño Mercedes ML, Grand Cherokee o Cayenne, que de sobra se ve que con ese perfil de neumático no visitan el monte con asiduidad. Alguna curiosidad más hay… por ejemplo aquí cada taxi es de una madre, no hay ni homegeneidad ni armonía alguna, y lo mismo te toca un Golf Variant que un Clase C recién estrenado. Estre gremio  -y muchos otros conductores-  hacen una intepretación, ejem, bastante laxa del código de circulación: es raro que paren ante un paso de peatones, paran en cualquier sitio a recoger a un cliente  -cualquier sitio incluye la autovía que circunvala la ciudad-  o hacen “la pirula” donde les conviene.

Así es como, básicamente, puede resumirse el parque automovilístico eslovaco. Espero poder conocer los mercado de los países vecinos en los próximos meses. Creo sinceramente que por los coches se pueden saber muchas cosas de una población, ¿no os parece?

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