HÉROES DE AYER

Toca entrada fácil, pero no por pereza esta vez, sino porque hay imágenes que hacen de la palabra una herramienta totalmente prescindible. Curioseando un poco aquí y allá, he llegado a un par de vídeos fantásticos, de esos que te hacen pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor.

El primero de ellos pone los pelos de punta. Se aleja del típico recopilatorio de rallies y muestra las cosas que no se suelen ver, esas que a menudo no pasan a la historia pero muestran cómo eran las cosas y de qué pasta estaban hechos todos y cada uno de aquellos pilotos.

El que se deja el alma  -y los pantalones-  empujando el coche cuesta arriba para llegar al control. El que conduce como si llevase al demonio dentro pese a la discapacidad de su mano. El que va a aliviarse detrás de un árbol. El que hace correr despavorido a un keniata asustado por su Toyota. El que llora por un compañero que se fue, o por los golpes, o por extenuación...  Héroes todos ellos. Superdotados de la física sin tener un doctorado. Gente irrepetible, puro talento.

Volver a aquellos rallies quizá sea imposible: ni los pilotos de ahora son como los de entonces, ni los aficionados, ni los coches, ni las reglas del juego. Sin embargo creo que sí es factible aproximarnos un poco. ¿Que tal si empezamos a obligar por ley a utilizar coches del segmento C en adelante, en lugar de estos diminutos y casi ridículos subcompactos carentes de emoción? O incluso, si se me apura, imponer modelos de tres volúmenes como eran los Evo, los Impreza  -omito ese horripilante N14-  o los Octavia.

También se podría optar por aumentar un poco el diámetro de esa condenada brida, permitiendo a los equipos obtener potencias más acordes a lo que debería ser el World Rally Championship y limitar más algunos aspectos como los neumáticos o las suspensiones, cualquier solución para que dejemos de ver coches que "van sobre raíles". Con estos sencillos cambios tendríamos, en mi opinión,  un campeonato más abierto, menos costoso, que interesaría a un mayor número de fabricantes.

Claro que si esta disciplina tiene que depender de la irregular FIA  -tirando de eufemismos- , me temo que todo esto es una utopía. No hay más que ver lo que han hecho con la Fórmula 1.