Si existe un dios del motor, espero que tenga a bien perdonarme por haber escogido la música a los coches. La voz de Alex Turner me privó de
disfrutar de la espectacular Subida a Dobres-Liébana, cuya tercera edición ya vivimos en directo el año pasado.
Digo espectacular porque la nieve caída la víspera de la
prueba, el frío y el agua dejaron el asfalto para pocas bromas, y esto siempre
interesa al aficionado: más riesgo, más cruzadas, más espectáculo. Una suerte
de “minimontecarlo” que hizo las delicias de los asistentes pese a la incómoda
climatología y la ausencia de nombres que en otras ocasiones animaban aún más
la cita.
Según leo en la prensa, la prueba comenzó con problemas al
aparecer un comunicado de la Dirección General de Montes -que de montes no sabrán mucho pero a la hora de tocar las narices son personal muy cualificado- en el que no concedía el permiso para
celebrar la prueba. Parece que al final se impusieron el responsable de la
prueba y la cordura, disputándose la carrera con normalidad.
Juan Castillo fue el claro ganador de la subida, que en esta
ocasión era puntuable para el campeonato de Cantabria de montaña -el año pasado fue de categoría nacional- .
Segundo puesto para Borja Villalón y cerrando las plazas con derecho a podio,
Rubén Nogueiras. La representación local corrió a cargo de un Miguel Ángel
Velarde que completó una excelente subida, finalizando quinto.
Pese a no haber podido presenciar la prueba, he tenido
acceso a abundante material fotográfico gracias a la amabilidad de Fus, Abraham
y La Posada de Cucayo. A todos ellos mi sincero agradecimiento. El año viene, escribiré
la crónica desde la cuneta. ¡Palabra!
PD: Miro las espectaculares fotos, a los coches de lado y pienso... ¿no sería interesante que se disputara la prueba por estas fechas? ¡Cambio el sol lebaniego por la nieve y las trazadas sobre railes por las cruzadas descontroladas!
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