Ya está aquí el esperado el Mazda 3, el compacto japonés
dispuesto a hacerse con un buen trozo del pastel de un segmento dominado por
los Golf, C4 y compañía. Lo hace la mano de la tecnología Sky-Activ de la que
ya hablamos en otra ocasión. ¿Qué significa Sky-Activ? Peso bajo, placer de
conducción, motores que le hace una peineta al downsizing y un buen puñado de tecnologías dispuestas a conquistar
el mercado. ¿Conseguirán tan ambicioso objetivo?
Llega con el lenguaje de diseño característico de los nuevos
modelos de la marca, denominado KODO que se aleja y bastante de lo
convencional. Por la pinta -aún no he
podido verlo en directo- va a ser de los
que no dejan indiferente. Aun sin haberme plantado delante de uno, confieso que
me atrae mucho, especialmente color Soul
Red de las fotos.
La oferta de motores no es demasiado amplia, pero se irá
ampliando: un 1.5 100 CV de nueva factura, dos 2.0 atmosféricos de 120 y 165 CV
respectivamente y un turbodiésel 2.2 que rinde 150 CV. Los sistemas i-STOP
(start/stop) y i-ELOOP (regeneración de energía) ayudarán a estos propulsores a
ser más frugales.
El equipamiento se divide en tres niveles, a saber Pulse,
Style y Luxury. La versión más básica ya viene notablemente equipado y a las
opciones se accederá, como es costumbre en las marcas japonesas, mediante
paquetes bastante cerrados que incluyen varias cosas. Se serie en la versión de
acceso hay airbags delanteros, laterales y de cortina, resposacabezas activos,
DSC, ayuda de arranque en pendiente HLA, aire acondicionado, ordenador de a
bordo, arranque mediante botón, entrada USB y Jack… Todo eso, asociado al motor
1.5 de gasolina cuesta 17.750 €. Los descuentos iniciales y regalo de elementos
de equipamiento son de esperar al menos durante la promoción inicial.
Por supuesto algunas cosas no me convencen, como que la
versión sin HUD traiga un cuentarrevoluciones pequeño e insulso, o la pantalla
multimedia que parece una tablet ahí pegada
-cosa que sucede cada vez con mayor frecuencia, ¿verdad Clase A?- y no resulta muy estética. También he notado
que puede ser un coche un poco soso -también esto es frecuente- en colores como el gris y llantas pequeñas, pero muy bonito con un par de
aditamentos estéticos. Claro que sobre gustos personales no hay nada escrito…
salvo plantar la matrícula ahí en medio de la calandra. Eso sí que debe de
estar escrito en alguna parte, señores de Mazda.
Por precio, no puede considerarse especialmente barato, pero
tampoco se sitúa entre los más caros, quedándose en un sano término medio. Ingredientes desde luego no le faltan para triunfar. Yo sinceramente espero que lo haga, aunque solo
sea por la valentía de Mazda a la hora de apostar por su filosofía Sky-Activ.
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