Voy a aprovechar que hacía mucho que no veía ningún vídeo interesante -bien por su brutalidad, bien por su salero- para traeros uno que perfectamente podría ser la representación física de la suerte rodada en primera persona.
Aquí el amigo protagonista del vídeo ya había empezado el día con muy buen pie: en Nurburgring Nordschleife y con un Porsche 911 GT2 RS, según el vídeo. Al parecer va siguiendo/picándose con un Porsche Carrera GT al que parece que no le cuesta seguir. Como digo, va disfrutando de su paseito bajo un plomizo cielo alemán cuando de repente, tras pasar por un cambio de rasante...
... toda la fortuna del mundo se condensa en tres segundos -imagino que el tiempo se le dilató mucho al conductor- en los que se pone mirando para Düsseldorf sin hacerle ni un solo rascazo al coche en un punto que no es precisamente ancho.
Sé que muchos haréis buenas las palabras del enorme Colin McRae -if in doubt, flat out- y diréis que si no hubiera ahuecado no habría tenido el susto. Los detractores del 911 saldréis con que uno no se puede fiar de un coche con el motor colgando detrás del eje trasero... yo me solo diré que, tras echar la pertinente primitiva, seguro que este hombre decidió tomarse mucho más en serio los rasantes del infierno verde. Como para no...
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