El Salón de Ginebra se las prometía muy felices al abrir sus
puertas ya que todos estaban esperando al menos tres superdeportivos que harían
las delicias de los allí congregados. Hablo del Ferrari F150, el McLaren P1 y
el Porsche 918, que además del impacto que tienen per se los modelos presentados por estos fabricantes, gozaban del
aliciente de incorporar novedosas soluciones tecnológicas.
Finalmente Porsche se ha reservado su joya, dejándonos sin
conocer el modelo de producción, no obstante Lamborghini ha hecho olvidar
rápidamente tan notable ausencia con Aventador atiborrado de anabolizantes al
que han llamado Veneno. Si me dijeran que es un nuevo prototipo de avión de la
USAF, me lo creería a pies juntillas.
Además de su particular diseño, violento y excesivo desde
cualquier ángulo, trae el motor V12 que monta el Aventador pero sobrepotenciado
hasta los 750 CV, por si acaso los 700 de su primo hermano no fueran
suficientes. Hace el 0-100 km/h en menos de 3 segundos y vuela hasta los 355
km/h. Para obtener estas prestaciones ha sido puesto a dieta: pesa 125 kg menos
que el Aventador, fijándo la cifra en 1450 kilos.
Solo se fabricarán tres unidades a razón de 3 millones de
euros cada una.
Ni F70 ni F150: LaFerrari
Tras mucho darle vueltas al nombre, al final el sucesor del
Enzo se llamará LaFerrari -en italiano, el Ferrari-
aunque bien poco importa el nombre de este prodigio de la
ingeniería. Exteriormente le hace un guiño al F12 Berlinetta, pero no pasa de
ahí. Como buen Ferrari, su belleza nace del compromiso entre agresividad y armonía.
¿Alguien niega que es endiabladamente bonito?
La mayor novedad del LaFerrari es el sistema híbrido,
denominado HY-KERS, que hace trabajar de forma conjunta un bloque 6.3 V12 de
800 CV con un motor eléctrico de 163 CV, que sumados entregan 960 CV y casi
idéntica cifra de par, 968NM. Toda esta potencia se transmite al suelo de
manera casi perfecta gracias a un sistema de aerodinámica activa, que modifica
la inclinación de unos flaps en los
bajos del coche, del alerón y del difusor trasero de manera dinámica
ajustándose a las circunstancias.
Se ha trabajado mucho en el peso, no obstante han logrado dejarlo
en 1255 kg de los cuales solo 62 son de las baterías. Estas se recargan
mediante el sistema regenerativo de frenos o aprovechando el par sobrante del
enorme V12. No tiene un modo exclusivamente eléctrico.
Dada su potencia y peso, no sorprende que se ponga a 100
km/h desde parado en tres segundos y a 300 km/h en algo más de quince. Como
anécdota, Fernando Alonso -que ha
participado en su desarrollo según comentó en su cuenta oficial de
Twitter- hizo en la pista de Fiorano
1:19 con neumáticos de calle, a sólo 3 segundos del salvaje 599XX con slicks de
competición.
El precio: 1.3 millones de euros aproximadamente. Al menos
te puedes comprar dos por el precio de un Lamborghini Veneno…
La firme respuesta de Woking
En McLaren tampoco se han estado de brazos cruzados y han
llevado a Ginebra el P1, con una concepción similar a la del Ferrari: híbrido,
aerodinámica activa y más de un millón de euros por unidad.
Su sistema híbrido entrega 916 CV, de los cuales 737 salen
del V8 biturbo de 3.8 litros y 179 del motor eléctrico. Arroja una cifras
similares a las de su rival italiano: 0-100 km/h en torno a tres segundos, a
200 km/h en siete y a 300 km/h en menos de diecisiete. Incorpora una suerte de DRS,
derivado de la Fórmula 1, que permite mejorar de sus prestaciones.
El P1 sí puede rodar exclusivamente en modo eléctrico
aproximadamente unos 20 km siempre que no se superen los 50 km/h, ideal para
entornos urbanos. Gracias a esto declara unas emisiones de CO2 muy reducidas
que en principio permitirían que pagase solo un 9,75% de impuesto de
matriculación, lo cual no deja de resultar curioso siendo un coche de su clase.
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