Ese brillante probador llamado Chris Harris ha tenido a bien ponerse a los mandos del controvertido Clio RS de reciente factura. Como sabéis Renault ha hecho cambios drásticos en la exitosa receta de uno de sus coches más representativos, cediendo a la moda del downsizing y tirando de turbocompresor para sacar 200 CV al nuevo bloque de 1.6 litros.
De la misma manera, Renault también ha sucumbido a esa absurda manía de ofrecer el modelo únicamente con una caja de cambios automática EDC de doble embrague -cuyo funcionamiento al parecer es muy satisfactorio- y no permitir, ni siquiera como opción, equipar una caja de cambios manual de las de toda la vida en un coche tan particular como este. Una decisión que, a mi entender, es mucho menos razonable que el cambio de motor, que tarde o temprano acabaría llegando en nombre de las emisiones y los consumos.
Harris, como era de esperar, es de opinión parecida a la mía y parece estar bastante decepcionado con tener que lidiar sí o sí con unas levas tras el volante. Por el contrario sí se muestra satisfecho con el nuevo motor, al que ve más rápido y más utilizable en el día a día que el anterior 2.0 atmosférico. No se olvida de mencionar lo ligera y poco comunicativa que es la dirección, característica inherente a la mayoría de los coches de la marca gala. Nosotros lo pudimos comprobar en la prueba del Mégane.
A pesar de estos defectillos, Chris se lo pasa pipa en un coche mejor en el día a día, con un comportamiento fantástico y que promete grandes dosis de diversión. Desde luego se le ve contento.
Disfrutad con las cosas tan increibles que puede hacer este piloto con una facilidad pasmosa.
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