Creo estar viendo vuestras caras de sorpresa. Habréis leído
un par de veces el título, suponiendo que he perdido la cabeza. Pues dejadlo
ya, porque ni es un error ni estoy de broma. Efectivamente, el Grandes Coches
de la Historia de hoy lo protagoniza el Toyota Corolla: el coche más vendido
del mundo.
Medio siglo de una prolífica saga
Cuarenta y siete años de historia contemplan al buen Toyota.
Su primer motor, un 1.0 de carburación con 60 CV no lo convertía exactamente en
un coche rápido, pero en todo este medio siglo tampoco ha pretendido serlo, al menos no en sus versiones estándar.
Es el
paradigma de sedán sencillo, fiable -dicen que no lo hay más robusto- y asequible para la familia media de uno o
quizá dos hijos. Ha sido -y sigue
siendo- tal su éxito que ya en 1997
alcoanzó los 35 millones de unidades vendidas, superando al hasta entonces coche
más popular que no recuerdo bien si era el pick-up americano Ford F-150 o el
Volkswagen Golf.
Tener tantas generaciones permite presumir de muchas
versiones: sprinter, levin, starlet… Si has crecido jugando a la saga Gran
Turismo, seguramente te sonarán de algo estos nombres. Necesitaría una calculadora científica para hallar el número de veces que disputé la copa Sunday con mi Corolla Levin virtual. Acabé por cogerle cariño al condenado.
Una de sus
derivados más famosos es el Sprinter Trueno AE86: un deportivo
asequible, ligero y divertido que Toyota decidió revivir hace poco de la mano
de Subaru con brillante resultado: el GT86/Subaru BRZ. Sin embargo me temo que
aquí en España el Corolla más popular no debe su fama a hechos precisamente memorables…
Recordado por fiable... y por la mala fortuna
Toyota nunca hizo mucho por el Corolla aquí en España.
No fue popular y sus ventas no batieron records como sí sucedía fuera. Quizá su momento de mayor fama fue cuando Toyota Team Europe puso a un bicampeón del mundo como Carlos Sainz a
los mandos del Corolla WRC en una prometedora temporada que acabó como
todos sabemos: a 500 metros de la meta del último tramo del último rally, cuando
ya tenía su tercer título en la mano.
Pese a eso, creo que siempre guardaré en mi memoria ese
Corolla WRC: ¿como podía ese insulso y horrible Corolla de calle convertirse en
un coche de competición tan bonito? Si es que… ¡ni siquiera parecen el mismo!
Poco a poco fue desapareciendo y ahora tenemos el Auris, que
parece tener más aceptación en España de la que disfrutó su antecesor. Como veis, no
solo los coches caros o exclusivos pasan a la historia, también los comunes y
corrientes se ganan su lugar en ella. Casi cuarenta millones de Corollas dan
buena fe de ello.
Lástima que aqui nadie lo conozca, en estados unidos hay cientos
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