Corría el año 2007 cuando en el salón de Tokio Audi
presentaba el Metroproject Quattro, un prototipo híbrido compacto de tres
puertas que auguraba un futuro desembarco en un segmento, el de los
utilitarios, que se estaba comiendo el Mini. En 2010, en Ginebra, se presentó
“oficialmente” el A1, aún en versión hibrida.
En Con R de racing hemos tenido
la suerte de poder probar este coche, en versión diesel TDI de 105 CV en acabado
Ambition. Conociendo el éxito que está teniendo este pequeño Audi, las expectativas son máximas, así como las ganas de subirnos a él. ¿Te apuntas?
La historia hay que escribirla
Al contrario que en otras ocasiones, en las que antes de
hablar del coche en sí repasamos un poco sus raíces, poco o nada se puede decir
del A1. Aunque también del segmento B, el Audi A2 no era un utilitario “al uso”
ni compartía filosofía con este. Era más bien un rival del también extinto
Clase A que probamos recientemente, una especie de monovolumen urbano y alto.
Se puede decir, por tanto, que Audi es nueva en estas lides, pero a juzgar por las ventas -coche
urbano “Premium” más vendido- no ha errado en absoluto. La acogida ha sido muy buena, tanto que las estimaciones
más optimistas de la marca fueron desbordadas por la demanda antes incluso de
su puesta en la calle. ¿Tan bueno es? Vamos a comprobarlo.
Rompiendo moldes
En líneas generales y al contrario de lo que acostumbra
Audi, no se puede decir que el A1 tenga un diseño conservador. Por delante hace
gala del diseño singleframe común en todos
los modelos de la marca. En la vista lateral destaca la línea de la cintura,
alta y muy recta, así como los pilares A y C unidos por un embellecedor en
contraste con el color de la carrocería. Aunque probamos la versión de tres
puertas, podemos optar por una de cinco denominada Sportback.
Por último queda la zaga, que es a mi parecer la parte más
controvertida: puede encandilar o resultar poco atractiva. Vamos, que como se suele decir, la amas o
la odias. He de reconocer que al un principio a mí no me resultaba armoniosa,
aunque día a día me va convenciendo. En cualquier caso, sí puedo asegurar que
en vivo gana mucho respecto a las fotos.
La unidad que nos han dejado, en versión ambition -la más alta-
luce además unas atractivas llantas de 16” ,cuyo diseño me parece haber
visco antes en otro modelo de la marca, y faros antiniebla. Estos elementos no
están incluidos de serie en el escalón inferior, el attraction, cosa que me
parece inexplicable en un coche de su precio y que trataremos más adelante.
Interior: ¿un “mini A3”?
La primera vez que me subí, el coche estaba en un garaje
oscuro. Apenas sí adivine la silueta en la penumbra, me subí casi a ciegas. Una
vez dentro, me pareció estar en buena medida dentro de un A3 pero de menos de 4
metros de longitud: la calidad de los materiales, el ajuste de los mismos,
cualquier recubrimiento… recuerdan mucho a otros modelos de la marca, salvando
las diferencias -algún plástico duro más
o recubrimientos un puntito menos “finolis”- .
En cualquier caso, se encuentra a un nivel muy bueno, considerablemente superior a la
media. La calidad percibida en general es ciertamente buena e insisto que da la
sensación de estar en un coche de un segmento superior. Tiene algunos
defectillos impropios de esa buena terminación, como la ausencia de iluminación
para las plazas traseras o los apoyabrazos de las puertas delanteras, que me
resultaron un poco duros. Nimiedades aparte, Audi ha hecho como siempre un trabajo muy bueno en este aspecto.
Me parece criticable el diseño de todo el salpicadero: considero que Audi debió aparcar un poco su tradicional sobriedad y arriesgar un poco más, al tratarse de un coche que no va dirigido precisamente a "cincuentones".
Los asientos también me han recordado a los del A3: firmes,
tirando a duros, sujetan muy bien y son realmente cómodos. La postura de
conducción ideal se alcanza con suma facilidad, parece complicado no encontrar los reglajes ideales.
La sensación de espacio delante es buena, no hay ningun atisbo de estrecheces. Donde quizá se note un poco que estamos en un coche “pequeño” sea en la separación entre los asientos, pero obviamente no se pueden hacer milagros al respecto en un coche de su tamaño.
La sensación de espacio delante es buena, no hay ningun atisbo de estrecheces. Donde quizá se note un poco que estamos en un coche “pequeño” sea en la separación entre los asientos, pero obviamente no se pueden hacer milagros al respecto en un coche de su tamaño.
En las plazas traseras, el cantar es otro. El acceso me
pareció un poquitín angosto, agravado por el poco espacio que hay ahí atrás. En
relación al espacio a lo ancho, no se va incómodo porque hablamos de un coche
de cuatro plazas homologadas. Sin embargo con el techo sí tendremos problemas a
nada que superemos el metro setenta y cinco. Tan pronunciada es la caída del
techo que a menudo pegaremos con él antes que con el reposacabezas.
El maletero es de unos 270 litros y tiene dos alturas
posibles. Pese a ser pequeño, es bastante mayor que el ridículo maletero del
Mini y apenas 10 litros más pequeños que el del Polo o el DS3. Es suficiente
para un par de personas en un viaje no demasiado largo…
Equipamiento
El A1, como ya hemos dejado caer, se comercializa en dos
versiones, ambition y attraction. Es, como dicta la moda,
bastante personalizable, aunque no tanto como algunos de sus rivales. El
embellecedor exterior puede escogerse en varios colores para crear contraste
con la carrocería. Algunos elementos interiores, como las salidas de aire,
también son susceptibles de personalizarse.
Los modelos attraction,
la gama de entrada, lleva de serie airbags frontales, laterales y de
cortina -estos últimos también para las
plazas traseras- ABS con asistente de
frenado, ESP y control de tracción, dirección de asistencia variable, indicador
de marcha recomendada, aire acondicionado y elementos interesantes como
reposacabezas activos o start/stop.
Sin embargo, resulta asombroso para un coche de su
precio -y sus aspiraciones de utilitario
“Premium”- que carezca de elementos como
desconexión del airbag del acompañante (45€), ordenador de a bordo (210€) o
volante multifunción (340€). Dados los tiempos que corren, también se echa en
falta una mayor conectividad de serie, como puede ser una conexión USB.
El modelo que hemos conducido tenía el acabado ambition y algunas de estas lagunas
quedan solventadas, además de incluir accesorios estéticos -las mencionadas llantas de diseño o los
atractivos antiniebla- o asientos más
cómodos pero a costa de aumentar notablemente el precio.
En la siguiente parte arrancaremos el motor y pondremos a
prueba al Audi A1 en las carreteras asturianas. ¡No os lo perdáis!
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