Tras unos días de descanso, retomamos la prueba del Volkswagen Passat que dejamos sin terminar hace unos días y lo hacemos con muchas ganas, por lo agradable que resultó esta berlina en la primera parte.
Si hacemos memoria, en la (primera parte) destacamos el nuevo diseño de esta generación, menos formal, menos seria que la anterior. El chasis, que deja de ser derivado de Audi para asemejarse más al Golf, ayuda a dinamizar la imagen del Passat B6. Por dentro, los típicos buenos materiales y terminaciones de la casa, aunque la sensación general está un poco empañada por la poca evolución respecto a la generación anterior, da la sensación de que Volkswagen pudo distanciarse un poco más en este aspecto. El buen tamaño del habitáculo y su gran maletero fueron también aspectos muy positivos.
Vamos ahora con su motor y su respuesta sobre el asfalto.
Motor y prestaciones
En nuestras manos cayó el motor intermedio de la gama TDI, a mi parecer el más racional, pues tiene en su relación prestaciones/consumo una de sus mayores bazas. Se trata de un propulsor de 2000cc de 4 cilindros y 16 válvulas que rinde 140 CV oficiales -que en rigor deben de ser algunos más- a unas 4000rpm. Es cierto que no hemos probado un número muy grande de motores diesel, pero este en concreto no me ha parecido especialmente tosco o “vibrón”. Pese a haber oído y leído muchas opiniones contrarias, no ha sido algo que llame la atención. En frío tiene sus “cosillas” típicas de los petroleros: vibra y no hace el sonido más agradable del mundo. Pero una vez en calor, la impresión que da es buena, sin ser el propulsor más refinado del mundo.
Se nota bajo el pie cuando entrega sus 320Nm de par –a 1800 vueltas- por dos motivos: primero porque por debajo de ahí es algo perezoso -lo cual es relativamente normal- y segundo porque en torno a las 2000 revoluciones el turbo pega una patada notable. Sorprende y mucho al principio -pese a conocer de antemano la fama de los TDI con bomba-inyector- porque, a partir de ahí y durante toda la zona media del cuentavueltas, el empuje es sensacional. Tiene, incluso, cierto soniquete deportivo, un tono grave agradable. Así que no, no es un prodigio de suavidad y progresividad, pero es capaz de pegarte al asiento.
Además, el consumo es bastante contenido. Hay que ser muy salvaje para hacerle gastar más de 9 litros mientras que en una conducción tranquila, medias de 6L/100km son más que posibles -homologa 5.8-. En lo personal, pienso que es un gran motor porque aúna dos de las características más importantes: prestaciones y economía.
Comportamiento
Lo primero que se nos viene a la cabeza es la palabra comodidad. Tiene un fantástico equilibrio en el apartado de suspensiones: no se balancea como las berlinas excesivamente blandas sin embargo si absorbe las irregularidades como ellas, o casi. La versión tope de gama lleva una suspensión ligeramente más rebajada y endurecida que la del modelo probado y al parecer, como pasa con el Golf mk V Sportline que probamos, es una opción recomendable que añade firmeza sin restar comodidad. Me gustó especialmente el coche en un tramo con el firme muy bacheado e irregular.
Conduciendo a ritmos elevados, el Passat sorprende por su buena agilidad e incluso podría decirse que transmite unas sensaciones más vivas de lo normal en una berlina de su clase, si bien su trayectoria nunca se ve afectada por su buen aplomo y por la electrónica, que impide llevarse sustos. Se agradece que su peso de “solo” 1450kg, algunos de sus rivales superan -incluso holgadamente- la tonelada y media.
La conducción en sí es cómoda, al igual que el coche que es además bastante silencioso. Resulta fácil sentirse a gusto tras los mandos del Passat, cuya dirección me pareció muy similar a la que probé en el Golf mk V. El cambio goza del buen tacto que acostumbran tener los coches de la marca, lo bastante rápido y directo. Hablando del cambio, tiene unos desarrollos bien escalonados y bastante cortos, lo cual le favorece cuando se trata de recuperar, pero le penaliza cuando se trata de rodar en sexta por autopista. Los mandos están al alcance casi siempre y goza de un buena ergonomía.
El Passat en el mercado
Desde 10.000 euros e incluso menos se pueden encontrar
unidades en muy buen estado en el mercado de ocasión, con pocos años y menos de
100.000 km. Este tipo de ofertas son las que hacen que se anime la compra-venta,
no hay más que ver qué coches nuevos hay disponibles por ese presupuesto y
compararlos con el Passat. Hay quien desconfía de los coches usados y quien
sacan el máximo partido de esta posibilidad, es cuestión de gustos, pero lo
cierto es que adquirir un “cochazo” como este Volkswagen por menos de 5 cifras
se antoja más que interesante.
Al parecer no es el paradigma de la fiabilidad, buscando un
poco en internet se pueden encontrar problemas relativamente comunes como el
electroventilador, un consumo alto de aceite, alguna culata… Afecta
principalmente a los primeros motores de la generación, estos puntos
débiles se han ido reforzando en posteriores revisiones. Con unos cuidados adecuados, cualquier Passat
debería ser perfectamente fiable.
En definitiva, muy cómodo, buenas prestaciones y mucho
coche, si bien de nuevo tiene un precio difícil de justificar frente a sus rivales
más fuertes. La competencia es dura, esperemos poder probar la recién estrenada
séptima generación para comprobar que Volkswagen sigue al pie del cañón con una
de las berlinas referencia del mercado.
Nuestro sincero agradecimiento a Hugo, satisfecho dueño del Passat de la prueba.
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