Al fin. Ya estamos de vuelta para seguir con la prueba del
"rey" de los compactos deportivos, el Golf GTI mk VI de mi amigo Mario Llorente, una preciosa unidad en color Gris Carbón Steel que dejó muy buenas
sensaciones en la primera parte de la prueba.
A modo de resumen, casi todo fueron buenas impresiones: la
calidad interior percibida, los materiales y su ajuste, su comodidad, el
logrado diseño exterior discretamente deportivo -discreción que puede ser un inconveniente según cada uno- o el buen equipamiento de serie.
Los puntos negativos son ciertamente pocos y no de mucha relevancia, como el
asiento, que no vuelve a su posición al ser abatido o la plaza central trasera,
que dista de se tan cómoda como las otras dos, cosa habitual en la mayoría de
los coches de su categoría -e incluso
entre berlinas- .
No ha cambiado tanto... ¿o si? |
Pero dejemos ya las características interiores y exteriores
para centrarnos en lo que realmente acelera el corazón, su propulsor TSi y la
conducción.
Motor y prestaciones
Excelente o sublime, escoge la palabra que más te guste. La
gama de motores TSi que montan los Golf son el resultado de la firme apuesta de
Volkswagen por la gasolina -aunque por
otro lado llevan años “dieselizadonos” con sus TDI- y logra con el 2.0 del Golf GTI su obra
maestra. Son 211 CV a 5.300 rpm y unos increíbles 280 NM de par … ¡desde 1.700
a 5.200 vueltas! Es elasticidad total.
Esa entrega de par, propia de un motor diesel, le da doble personalidad a este motor: una es la de un motor muy agradable de utilizar, siempre lleno y con ganas, progresivo, silencioso y, por si fuera poco, capaz de lograr consumos francamente buenos. Cualquier “padre” podría conducirlo sin ser consciente de lo que realmente tiene entre manos.
Esa entrega de par, propia de un motor diesel, le da doble personalidad a este motor: una es la de un motor muy agradable de utilizar, siempre lleno y con ganas, progresivo, silencioso y, por si fuera poco, capaz de lograr consumos francamente buenos. Cualquier “padre” podría conducirlo sin ser consciente de lo que realmente tiene entre manos.
La otra personalidad es la de un fantástico motor
turboalimentado que te pega al asiento al menor movimiento de pie derecho y que
embelesa con un sonido grave, rotundo, que te recuerda que no estás en
cualquier coche. Como prueba, algunas cifras: hace el 0-100 km/h en 6,9
segundos. Recorre un kilómetro desde parado en poco mas de 27 segundos y recupera
de 80 a 120 km/h en 4,1 segundos -más
rápido que un Boxster de 256 CV, que el 130i de 265 CV, el Volvo C30 más
potente, el Giulietta QV o el Focus ST. Solo el Astra OPC con una potencia muy
superior está por encima- . Es un motor logradísimo, sube de régimen casi como un
atmosférico -corta a 6.800 vueltas- pero tiene la fuerza que solo un turbo puede
dar. El empuje que tiene en la zona media del cuentarrevoluciones es sencillamente
genial, deja sin palabras.
El consumo como decíamos antes puede ser realmente
contenido -sin olvidar que llevamos un
coche con mas de 200 CV- .Volkswagen homologa un gasto medio de 7,3 litros y un consumo extraurbano de solo 5,8.
Son cifras un poco difíciles de conseguir, hay que conducir de forma muy
eficiente. El dueño del Golf que nos ocupa, con una conducción alegre -siendo eufemísticos- tiene una media de 10 litros.
No sabría decir nada negativo de este propulsor. Quizá, y por criticar algo, en Volkswagen debieron haber extraido un puñado más de CV al
bloque TSi de 2 litros, aunque solo fuera para posicionarlo mejor frente a unos
rivales que a menudo tienen más potencia
-pero no siempre mejores prestaciones, como vimos antes- . Acercarlo un poco más a los 271 CV del Golf R no habría sido descabellado.
El Golf GTI en el mercado
Comportamiento
Los Golf tienen desde siempre fama de ser muy cómodos.
Tienen cosas, como la suspensión trasera independiente -de la que prescinden sus rivales de Citroën, Peugeot o Renault- y les da esa cierta categoría -la palabra de moda es premium- .
El GTI no es menos. Empezando por el capitulo de
suspensiones, tiene un tarado que a mi me ha parecido inmejorable: contiene el
balanceo como se espera de un deportivo -firme y duro, pero no como una tabla- , va con mucho aplomo a velocidades
altas y en todo tipo de curvas y sin embargo, no es nada incómodo para el día a
día. Tiene esa doble personalidad, al igual que el motor, que lo hace tan satisfactorio.
No es el más ágil, otros como el Ibiza Cupra o el Megane RS
son más “radicales”, pero ninguno de ellos es tan cómodo como el alemán. En cualquier
caso, el Golf parece estar hecho para carreteras nacionales con curvas
retorcidas. La sensación de agarre es digna de mención y la tracción,
especialmente a la salida de las curvas, apenas se ve comprometida gracias al
diferencial electrónico XDS, que sin llegar al nivel de uno mecánico, se
muestra bastante efectivo a costa de fatigar los frenos -que por cierto, tienen una buena mordida y
detienen con suficiencia el coche- . El ESP, aunque desconectable, se reactiva
solo cuando la situación se complica demasiado.
La conducción es todo un placer: la dirección es directa y
muy buena -personalmente no me acabo de
acostumbrar a la asistencia eléctrica- y
la caja de cambios manual es una delicia por precisión y rapidez, haciendo un
placer insertar una marcha tras otra… si quieres, porque como ya hemos dicho
anteriormente, puede ser un coche cómodo y tranquilo.
El Golf GTI en el mercado
Por un precio algo menor de 30.000€ -sin duda su mayor inconveniente- puedes tener uno en tu garaje,
precio que sube considerablemente si decidimos equipar alguno de los
interesantes extras que ofrece, como la suspensión adaptativa DCC o el
cambio automático DSG. Tiene rivales fuertes más asequibles, pero el precio del GTI no me parece un "despropósito" en relación a lo que ofrecen como sucede en otros modelos del grupo VAG.
El equipamiento de serie, como ya dijimos, está bastante a la altura y muchos no considerarán necesario añadir nada como puede suceder con otros fabricantes. De segunda mano, se puede encontrar alguna unidad ya desde 18.000 euros.
El equipamiento de serie, como ya dijimos, está bastante a la altura y muchos no considerarán necesario añadir nada como puede suceder con otros fabricantes. De segunda mano, se puede encontrar alguna unidad ya desde 18.000 euros.
Quien se lo compre, puede estar seguro de que no quedará
decepcionado en ningún aspecto, personalmente me ha parecido brillante porque
no flaquea por ningún lado. Habrá quien prefiera la maya radicalidad que ofrece el Leon o el Mégane, pero considero que el Golf satisface a una horquilla de conductores más grande.
Sus rivales, muchos y muy fuertes, no son en ningún caso claramente superiores a él, salvo quizá el nuevo Astra OPC en prestaciones al tener un motor bastante mas potente, aunque esos 1.600 kg de pero quizá opaquen esa superioridad prestacional.
Sus rivales, muchos y muy fuertes, no son en ningún caso claramente superiores a él, salvo quizá el nuevo Astra OPC en prestaciones al tener un motor bastante mas potente, aunque esos 1.600 kg de pero quizá opaquen esa superioridad prestacional.
Si hubiera que ponerle una nota, desde luego sería un
sobresaliente. Es potente -mucho-, es
bueno en la carretera, es cómodo, está bien equipado, puede emocionarte o
dejarte viajar tranquilo y, si andas corto de fondos, puedes hacer 100km con
menos de 8 litros de gasolina.
Eso sí, quedáis avisados: es un esfuerzo sobrehumano contenerse
con el acelerador. El rey de los GTI se hizo para las curvas. Y para
disfrutar.
Nuestro más sincero agradecimiento a Mario Llorente, afortunado propietario del Volkswagen Golf GTI probado.
me gusta mas el gti serie 1 para mi gusto este cambia dermaciado deberian sacar la primera version con la tecnologia actual seria un turismo con caracter retro fantastico un saludo
ResponderEliminarCiertamente una re-edición podría estar muy bien, así al estilo del primer MINI o del Fiat 500 actual. Sin embargo para dar este paso, el modelo tendria que estar un tiempo desaparecido (como sucedio con los dos anteriores) pero sinceramente, no veo a Volkswagen cambiándole el nombre al Golf :)
EliminarEl paso lógico es su evolución, y aunque con altibajos, no se puede decir que esté teniendo una mala vida!