Seguimos con las pruebas, seguimos en Volkswagen. Tras el
excelente sabor de boca que nos dejo el Golf GTI, ha caído en mis manos otro
modelo de la casa germana que no le anda muy a la zaga en cuanto a popularidad.
Se trata del Volkswagen Passat, más concretamente el modelo B6 de 2006 en
acabado “Advance”, el intermedio de la gama.
Como bien sabeis es una berlina del segmento D –en torno a los 4.5/4.8 metros- que se situa por encima del Golf y por debajo
del Passat CC, que su puede considerar un modelo diferente y rellena el gran
hueco que había entre el Passat “normal” y el exclusivo Phaeton. Vamos a
conocer un poco su historia.
Los orígenes
El Volkswagen Passat aparece en 1973 como un derivado más
económico del Audi 80, con el que compartia incluso algunos motores. Existian
tres modelos, dos liftback de 3 y 5 puertas y una carrocería familiar. Empleó motores de 55, 75 y 85 CV, todos de carburación, y un 1.6 de 110CV de inyección mecánica. Solo había un motor diesel, un modesto bloque atmosférico de 50 CV
Entre el 80 y el 88 se produjo la segunda generación (B2),
con las mismas características físicas del anterior mas una nueva carrocería
sedán de 4 puertas que también se denominó Santana. La gama de motores era
francamente amplia, con algunos propulsores de origen Audi, destacando un 2.2 de 136CV. También equipó por primera vez motores diesel turboalimentados.
La versión B3 del Passat, producida entre 1988, significó la
desaparición de la carrocería liftback, dejando solamente el sedán y el
familiar. Se añadieron por primera vez motores realmente potentes a la gama
como los que equipaban las versiones VR6 Y G60, de 170 y 211 CV
respectivamente.
En 1993 se sometió al Passat a un importante puesta al día, ocasión que Volkswagen aprovechó para denominarla B4 y colocarla como una nueva generación.
En 1993 se sometió al Passat a un importante puesta al día, ocasión que Volkswagen aprovechó para denominarla B4 y colocarla como una nueva generación.
Entre 1996 y 2005, el Passat B5 vio su carrocería crecer
sustancialmente. Basado en la primera generación del Audi A6, supuso un salto
cualitativo importante a todos los niveles. Su imagen, de berlina sobria, seria
y de mucho empaque tenía un notable parecido estético con la gama Audi. Como es
obvio, utilizó la tecnología TDI del grupo VW así como la inyección directa
FSI. Tras una larga y exitosa vida comercial de 9 años, leve restyling incluido, llegó al mercado la sexta generación que estamos probando hoy.
Volviendo atrás
Esta generación del Passat fue, en cierto modo,
recuperar un poco las raíces de los antiguos Passat. Se volvió a la posición
transversal del motor al adoptar una nueva plataforma, en la que se acerca más al Golf y se aleja del A6 del que provenía la anterior.
Estéticamente se
trabajó en su diseño para atenuar las formas quizá demasiado serias de la
generación anterior -coche de pureta,
dirán muchos- y el resultado es una
berlina de apariencia más dinámica y desenfadada, sin perder su sobriedad
característica.
Personalmente soy de la opinión de que el cambio fue a mejor,
especialmente en lo que a ópticas delanteras y trasera se refiere que, al margen de que gusten
o no, dan personalidad al coche.
Se beneficia de toda la archiconocida gama de motores del
grupo VW, con 8 motores de gasolina, con potencias comprendidas entre los 102
CV del único motor de inyección indirecta y los 300 del R36, con varios FSI y
TSI de diversas potencias. Los diesel son 6, incluyendo tanto los de tecnología
bomba-inyector –como el modelo de esta prueba-
como los posteriores common-rail. Este cambio, que da para un debate aparte, se produjo principalmente por problemas con las emisiones contaminantes
y el coste de producción. Entre manos
tenemos un 2.0 de 140 CV -que en
realidad son más, ronda los 150- . Por encima solo existe el también 2 litros
del que se extraen 170 CV.
Impresiones del interior
Aunque pueda sonar repetitivo, al entrar en un Volkswagen nos encontramos buenos ajustes y materiales, si bien en este caso no me han parecido sensiblemente mejores que los de sus rivales generalistas como si se nota, por ejemplo, en el Golf. Con esto no quiero decir que desmerezcan ni mucho menos, sino que sus alternativas en otras marcas se han acercado mucho a su nivel. De igual manera, la escasa mejora de este Passat respecto al anterior es evidente en muchos aspectos.
Volviendo al interior, las sensaciones
iniciales son buenas. Preside el tablero esa sobriedad tan alemana, con todo
bien organizado y buena ergonomía. Hay algún botón, como la ruleta de subir y
bajar el volumen, cuyo tacto es mejorable. En cualquier caso, uno se siente muy
a gusto en el Passat. La amplitud interior es buena, pero no brillante teniendo
en cuenta las dimensiones del vehículo.
Los asientos son ciertamente cómodos, con un mullido ni blando ni duro y una adecuada sujeción lateral. Agradarán a un amplio abanico
de usuarios porque además el puesto de conducción ideal se alcanza con
facilidad. Para el volante pienso que se debió recurrir a un cuero mejor al
tacto, aunque el que posee es bastante agradable, así como el diámetro del
mismo.
Atrás hay espacio y confort para 2 personas casi independientemente de su tamaño. Con tres, y como ocurre también en la práctica totalidad de sus rivales, ya aparecen las estrecheces, acentuadas por la forma del asiento del medio y el prominente tunel central.
Equipa tomas de ventilación y un cómodo reposabrazos que sirve para guardar y posar cosas, aunque no aparenta poder soportar mucho peso sobre él.
El maletero es muy profundo y muy regular, en este sentido el Passat está magníficamente dotado y no habrá problemas para llevar el equipaje de los pasajeros, cajas con cosas o un par de cadaveres (esperemos que esto último suceda con poca frecuencia). En total son 560 litros, una barbaridad.
Equipa tomas de ventilación y un cómodo reposabrazos que sirve para guardar y posar cosas, aunque no aparenta poder soportar mucho peso sobre él.
El maletero es muy profundo y muy regular, en este sentido el Passat está magníficamente dotado y no habrá problemas para llevar el equipaje de los pasajeros, cajas con cosas o un par de cadaveres (esperemos que esto último suceda con poca frecuencia). En total son 560 litros, una barbaridad.
Equipamiento
El Passat viene razonablemente bien equipado de serie -recordamos que se trata del acabado
Advanced, el segundo nivel- , con cosas como el freno de mano eléctrico,
arranque sin llave, climatizador bizona, 6 airbags, ESP, ABS con función de
secado de frenos, control de tracción, ayuda al arranque en pendiente… salvo en la versión de acceso a gama
(Trendline) que deja bastante que desear, las demás versiones vienen
adecuadamente equipadas.
La lista de equipamiento opcional es destacable, con
elementos como ayuda al aparcamiento, navegador, asientos calefactables, sensor
de presión para las ruedas, entre otros.
Dejamos para la segunda parte el apartado de la conducción,
os adelantamos que el Passar no defrauda, mas bien todo lo contarario… ¡no os
lo perdáis!
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