Dicen que en España hay tantos entrenadores de futbol como
habitantes. Entre los conductores, especialmente de sexo masculino, pasa un
poco lo mismo: hay mucho “mecánico de taberna”. Es una etapa por la que yo creo
que pasamos todos y que, a medida que te vuelves menos ignorante, vas dejando
atrás y empiezas a asumir que en todos los sitios cuecen habas.
No iniciaré ningún debate para dilucidar que marca es una basura y
cuál vende oro puro, sino para desmitificar algunas de las ideas preconcebidas
que abundan por ahí.
Desmitificando el mito italiano
Los coches originarios del sur de Europa -franceses e italianos- tienen, en general, fama de caerse a pedazos.
Sobre todo los del país de la bota. "Coche italiano" está directamente relacionado
con las palabras “diseño” y “avería”.
Me duele especialmente
-pues soy un gran seguidor- el caso
de Alfa Romeo. Hasta donde yo sé, los problemas reales, conocidos y que se han dado con una frecuencia relevante
son dos: uno relativo al motor bóxer del Alfa 33 y otro relacionado con la correa de transmisión de
los motores Twin Spark, que hay que cambiarla con una frecuencia mayor de lo
previsto (unos 50.000km). Problema este último que no es para nada extraño y lo
han acusado muchos coches a lo largo de la historia.
He llegado a oír verdaderas aberraciones: que si el motor
Alfa va en general demasiado alto de vueltas y por eso se rompen, que suenan
fatal, que usan motores viejos de Fiat… en fín.
Luego están los conocidos informes de fiabilidad que suelen
publicar algunas revistas alemanas como Autobild -cómo barren para casa los jodidos- donde las marcas autóctonas siempre copan las
primeras posiciones y la italianas suelen estar abajo. Os diré una cosa: coger
mil coches de cada marca y contar averías NO ES HACER UN ESTUDIO OBJETIVO.
¿Creéis de verdad que el conductor tipo de un Alfa es el mismo que el de un
BMW? La mitad de los propietarios de una berlina alemana son señores ya
entrados en años cuya mayor aspiración deportiva es poner el selector del
cambio en D antes de que caliente el motor. Un alfa lo compra, en un altísimo
porcentaje, alguien que ama los coches, que conoce su historia y que busca
emociones y sensaciones en un coche. Nadie dice que unos sean mejores o peores,
sino que son, simplemente, diferentes. No puede tener la misma fiabilidad un
Mercedes con chofer que un Alfa cuyo conductor cambia pasadas las 4.500rpm.
¿Qué averías va a tener este coche de "pureta"? |
El primo del nieto de mi nuera me dijo que...
En esta hermosa nación de correveidiles, lo extraño es que
hasta el más pintado no tenga prejuicios. Yo evito adquirirlosen la medida de lo posible, tanto los
positivos como los negativos, porque ejemplos tengo cientos como todo hijo de vecino: conozco al dueño de un Audi que tuvo que cambiar,
a los tres años, volante de inercia, caja de cambios y medio bloque motor y no digo por ahí que Audi es una basura. A un amigo le han
cambiado el embrague de su Golf como tres veces y sigue acusando las mismas
vibraciones excesivas. Un conocido quemó dos veces los culatines de su Jeep
Cherokee TD -este problema es bastante
conocido y afecta también a los antiguos Voyager- . Pese a esto, no hago apología de ninguna marca concreta ni hago de menos a otras.
También evito, como decía antes, los prejuicios positivos:
es muy esperable que la fiabilidad de un Dacia sea buena dado que usa
tecnología Renault de hace 4 años que está probada y archiprobada. De la misma forma, aunque coincido con la extendida creencia de
que los japoneses hacen en general motores muy fiables, también pienso que es
normal en unas empresas que nunca han apostado fuerte por el diesel -más complejos mecánicamente y, por tanto,
endebles- y gustan mucho de los gasolina
atmosféricos -en cuya fabricación son grandes especialistas- más fiables que
los que emplean turbocompresores.
Así que ya sabéis, no os hagáis mucho caso de lo que os
digan sobre la fiabilidad porque la imparcialidad brilla por su ausencia.
Podéis fijaros en detalles, como que un modelo lleve cadena de distribución en
vez de correa, o leer revistas especializadas y blogs del motor para conocer mas de cerca el coche que os gusta, pero valorando la información siempre en su justa medida y con criterio.
Todos los coches tienen uno o varios puntos débiles. Solo tenéis que conocerlo y cuidarlo
ahí por donde flaquea. Eso y rezar para tener un poco de suerte y que no te
toque “la china”, un infortunio que no entiende de marcas, ¿verdad Ferrari?
Típica barbacoa italiana |
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