Ya lo predijo el sabio Jeremy Clarkson cuado lo llamó "la gasolia de satán". El humo de los motores diésel provoca cáncer, ya de manera oficial, según ha comunicado la Organización Mundial de la Salud. Lo han situado al mismo nivel que el tabaco, el arsénico o las lámparas de rayos UVA -no te tires de los pelos, Mosa- . Esto es, en el grupo de los elementos capaces de provocar tumores en seres humanos. Los motores de ciclo Otto quedan un escalón por debajo en cuanto a peligrosidad.
Ahora que tenemos la confirmación oficial -aunque no nos hiciera ninguna falta- , ¿qué hacemos?
En este país de cada 4 coches que salen del concesionario, tres son de gasóleo. A medio plazo se me antoja imposible revertir esta situación, a no ser que nuestras autoridades tengan alguna de esas brillantes ideas del tipo "impuestazo" al gasoil o al impuesto de matriculación de estos vehículos. Medidas que, todo sea dicho, serán tomadas en pos de mejorar nuestra saludo y no para meternos un poquito mas el sable a los ciudadanos.
En este país de cada 4 coches que salen del concesionario, tres son de gasóleo. A medio plazo se me antoja imposible revertir esta situación, a no ser que nuestras autoridades tengan alguna de esas brillantes ideas del tipo "impuestazo" al gasoil o al impuesto de matriculación de estos vehículos. Medidas que, todo sea dicho, serán tomadas en pos de mejorar nuestra saludo y no para meternos un poquito mas el sable a los ciudadanos.
Ironías aparte, no sería mala idea reducir el gravamen de las gasolinas e ir haciéndola más barata, facilitando la elección del consumidor e dejando paulatinamente los contaminantes diésel para lo que realmente son: kilometrajes muy grandes, maquinaria pesada e industria.
De la misma manera, se hace imprescindible que el sector automovilístico sea parte activa de este recomendable cambio. Ford es el vivo ejemplo de ello, apostando con fuerza por el "retorno" de la gasolina a nuestras vidas. De hecho sus esfuerzos no han sido en vano y acaba de ser galardonada con el "Motor del año 2012" (1.0 EcoBoost del que ya hablamos brevemente).
Por otro lado, las que me estan sorprendiendo -y no gratamente- son las tres alemanas Mercedes-Benz, BMW y VAG, que han tardado una eternidad en ofrecer alternativas al motor tradicional. Carecen de una propuesta híbrida seria -BMW acaba de sacar un serie 5 que sí lo es- y sus esfuerzos se han centrado exclusivamente en reducir consumos y emisiones. Volkswagen, que sí se ha interesado por la gasolina con sus TSI, hace tiempo que debería tener un Golf eléctrico o híbrido.
En PSA tampoco han sido muy madrugadores y empiezan ahora con coches que aunan la gasolina y la electricidad. En Fiat están preparando un 500 híbrido, pero puede que ni siquiera salga este año. Al menos ofrece modelos propulsados por GLP, pero tampoco se están tirando a la piscina como si han hecho ya Toyota con su brillante Prius -¡lanzado en el '97!- o GM.
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