Cualquier conductor que se precie ha tenido que conducir con
sueño. No estoy hablando de esa pereza mañanera, que es más desgana que querer
volverse a la cama. Digo sueño de luchar por que los ojos sigan abiertos y
la atención, puesta en la carretera.
Los afortunados poseedores de un coche de alta gama o de muy
reciente factura tienen varios sistemas de seguridad que detectan la fatiga del
conductor mediante el uso de sensores que cotejan patrones de comportamiento y
envían una señal al conductor -acústica,
luminosa o vibratoria- para alertarlo
del riesgo que está corriendo. Otros en cambio dependemos de nosotros mismos
para evitar despertarnos con el cinturón de seguridad tatuado.
Las autoridades, siempre tan solícitas y prestas a aconsejar al conductor, nos recomiendan un montón de obviedades a las que no siempre podemos atenernos. Viajar de día, evitar desplazamientos a horas intempestivas o dormir bien antes de partir son algunos de esos consejos que seguro que a ninguno de nosotros se nos habían ocurrido antes.
Otras recomendaciones quizá menos conocidas relacionadas con la ingesta son sustituir alimentos grasos y pesados por otros ricos en proteínas y vitaminas, ingerir chicles y caramelos que ayudan a mantenerse un poco activo y beber mucha agua. De la misma forma, ventilar a menudo el auto, mantener una buena temperatura constante y agradable o no escuchar música relajante también contribuyen a no caer en los brazos de morfeo.
Yo, que soy una persona bastante escéptica -notable virtud o defecto, según- no suelo hacer caso de esas pequeñas cosas
que se supone pueden marcar la diferencia. Dudo que por caminar descalzo vaya a
coger un catarro, que comer chocolate me vaya a producir tos o que comer cocido pueda suponer un posterior
castañazo en la autopista, pero reconozco que alguna vez he tenido que
improvisar para mantener la atención al volante.
¡COÑO! ¡QUE ME DUERMO!
Creo que nunca me quedaría dormido conduciendo. Es algo que
disfruto incluso en las peores circunstancias, aunque sea un poquito, pero eso
no me impide pasarlas canutas cuando el sueño aprieta. Por diversas
circunstancias, entre ellas mi permanente necesidad de dormir 25 horas al día,
me he tenido que enfrentar muchas veces a este problema.
En cuanto noto la “modorrilla”, lo primero es ponerme
música. No necesariamente batuka o cosas así, simplemente canciones que me
gusten y pueda cantar. Bajo un poco las ventanillas, subo el volumen y con esto
llego a mi destino sin mayores inconvenientes el 90% de las veces.
El 10% restante, la cosa se complica. Tengo un CD de música maquinera
que podría despertar a un muerto, alguna vez he recurrido a él. También me he
hecho pasar frío, bien bajando las ventanillas o bien poniendo el aire
acondicionado a tope. Pero sin duda la palma se la lleva una medida que tomé una vez que
volviendo de fiesta un poco tarde y me asaltó un terrible sueño
imposible de combatir. Cogí y me pellizque con fuerza el interior de los
muslos, cerca de donde cuelgan los atributos masculinos. Me dolió tanto que no
solo se me pasó la modorra sino que después me costó conciliar el sueño en la
cama. Espero no volver a tener que hacerlo!
Huelga decir que estos casos personales tan extremos no se los
recomiendo a nadie salvo que se vea en la absoluta necesidad de recurrir a
ellos. Yo siempre que he podido -y son
muchas las veces- , me he detenido a echar una
cabezadita. Pero si alguna vez estáis en apuros, tal vez haber leído esto os
salve de un susto.
Ahora es vuestro turno: compartid -si es vergonzoso,
hacedlo como anónimos- vuestros métodos o anécdotas. Tal vez de vosotros aprenda cosas
útiles y deje de hacer el burro.
Las veces en las que el sueño aparece ( siempre de noche) mi distracción ha sido pensar en que en la oscuridad que me rodeaba me acechaban zombies, seres mutantes, etc... Con lo cual la supervivencia vencía al sueño.
ResponderEliminarCuando me da el sueño rarisima vez puedo vencerlo por medios tradicionales, parar a tomar un cafe, beber agua, etc. no me solucionan el problema y al momento estoy en las mismas, suerte que ya no hago viajes largos y sin duda cuando el sueño me vence lo mejor es echar una cabezadita de media hora.
ResponderEliminarHablando de medios "tradicionales"...¿has probado bebidas energéticas tipo redbull. burn, etc? Lo pregunto porque yo que las he probado en época de examenes no me han hecho absolutamente ningún efecto, nada. Sin embargo quizá consigan inducirte ese estado de ligera agitación que te ayuda a poner los 5 sentidos
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