DSG vs CAMBIO MANUAL

Tengo un amigo  -sí, el mismo de hace cuatro o cinco entradas-  con el que siempre tengo la discusión sobre qué caja de cambios es mejor,  si una manual o una automática. Él en concreto defiende el DSG del grupo VW, y yo cualquier buena caja siempre que sea manual. Voy a intentar convencerle siendo todo lo objetivo que pueda,aunque es posible que se note que soy un poco "talibán" de los coches manuales.

Direkt-Schalt-Getriebe

La DSG es una caja de cambios que funciona básicamente mediante un sistema de doble embrague controlado electrónicamente y doble conjunto de selector de marchas: uno para las pares y otro para las impares. Puede manejarse de forma automática o semiautomática mediante el selector secuencial o con levas en el volante. Una maravilla de la ingeniería, vaya.

Simplificando un poco, al insertar la “D“, se accionan ambos embragues y se inserta la primera a través de uno de ellos. Cuando llega hora de saltar a la siguiente marcha, la caja ya tiene engranada la segunda en el otro embrague, de tal manera que un cambio de marcha en sí es un "cambio de embrague": se desacopla el de las marchas impares y se acopla el de las pares. La transición dura un suspiro. 

Mientras circulamos en segunda, este ingenio desengrana la primera y selecciona la tercera, lista para el siguiente cambio cuando se requiera, y así sucesivamente. Sube marchas o las reduce con la misma facilidad ya que según las revoluciones en las que nos movamos, tiene preparada una superior o una inferior.

A favor y en contra

Las ventajas respecto a una automática tradicional son obvias: mucho menor salto entre marchas y por tanto mejor aceleración y deportividad. El consumo es sensiblemente menor. También, aunque esto iría en la parte de los inconvenientes, es positivo el hecho de que no requiere un mantenimiento especialmente costoso o complejo mas allá de cambiarle el aceite y el filtro cada 60.000 km aproximadamente.

Sus desventajas son pocas, y aparte de alguna brusquedad en situaciones muy concretas  -por ejemplo en frenadas fuertes-  sus aspectos mas negativos son solo dos: una el sobreprecio  - que suele rondar los 1.500-2.000 euros de más- ,y otra que añade otro componente susceptible de averiarse y caro de reparar .Una rotura del DSG y te crujen vivo en el taller, como por otro lado pasa con cualquier otro cambio automático.

Entonces, ¿por qué una caja de cambios manual?

Considero que el principal motivo por el que los compradores no escogen este tipo de cambios obedece más a razones económicas que pasionales. En el caso de Volskwagen, vehículos por los que ya pagas ese supuesto plus de calidad e imagen de marca  -en contraste con las más generalistas como Peugeot, Citroën o Fiat-  , el coste de añadir el DSG puede echar para atrás a muchos. Y mas cuando con ese dinero puedes añadir extras que quizá te interesen mas como algún pack de equipamiento o tren de rodaje deportivo.

En lo personal, nunca he probado a fondo un coche equipado con esta tecnología, unos cuantos kilómetros no me valen para tener una opinión formada. No obstante, si que he conducido muy frecuéntemente un automático “normal”  -convertidor de par-  y no puedo negar que es el summum de la comodidad y la despreocupación. Sin embargo… no. No lo acabo de preferir, y no es cosa de cuán buena o mala es la caja automática en cuestión. Por supuesto que en momentos puntuales, unas levas tras el volante pueden hacerte disfrutar una barbaridad. Pero disfruto agarrando el pomo, cambiando cuándo y cómo yo quiero, reduciendo y soltando el embrague. Quiero tener tres pedales en los pies aunque se me cale en un semáforo y se rian de mi. 

¿Me estaré volviendo un carroza demasiado purista? ¿Qué opináis vosotros? O estáis conmigo… ¡o contra mi!