Sábado lluvioso el de hoy. No ha habido mas remedio que quedarse en casa y, en mi caso, revivir viejas batallas, en plan abuelo cebolleta. Así que hoy va de carreras y su intensidad, emoción y competitividad perdida.
Esencialmente, en España hay dos deportes del motor: el motociclismo y la Formula 1. Del primero no puedo hablar mucho, pues las motos en sí no me dan ni frío ni calor y las sigo muy muy por encima, lo justo para saber que los españoles hacemos gala de una abrumadora supremacía en las tres categorías. Además, cada carrera tiene varios aspirantes a la victoria y que la diversión está practicamente asegurada con adelantamientos y algun espectacular derrape.
La Formula 1 la seguí durante un tiempo, cuando todo el país estaba volcado con las peripecias de un joven asturiano cuyo innegable talento llevaba a la victoria un coche inferior al de sus rivales. Sin embargo, a los pocos años, el campeonato perdió todo el interés para mi. Nunca una carrera dependió tan poco de las habilidades del piloto. Quitar las ayudas electrónicas, reducir costes...nada ha servido. El propio Jaime Alguersuari, que aunque no me resulte simpático sé que de tonto no tiene un pelo, describió la F1 como una "carrera de ingenieros".
Formula 1, motociclismo y...
En lo personal, yo siempre he sido un poco anti-circuitos y el sueño sólo me lo quitan los rallies. Toda la vida he pensado que los pilotos con más talento, capaces de volar en cualquier tipo de superficie, condición o circunstancia, estaban en el WRC. Con Carlos Sainz, el numero de seguidores alcanzó su cénit allá por los `90, para tocar fondo unos 18 o 20 años despues con un campeonato en espantosa decadencia. Hoy parece estar resurgiendo de sus cenizas, o eso quisiera pensar. Ojalá los intereses televisivos encuentren por fin la forma de amoldarse al tradicional formato de competición -y no que un rally acabe siendo 20 pasadas por un mismo tramo- y se haga un deporte mucho mas cercano y relevante.
Dentro de nuestras fronteras, el nacional de rally tiene un seguimiento escaso, el CEV tampoco mucho y el campeonato de GT's... en fin. Por eso hoy, al darme una vuelta por Youtube, no puede dejar de sentir envidia de los alemanes, con ese magnífico e histórico DTM, o a los ingleses con ese espectacular BTCC, ambos de turismos. Desconozco como son actualmente estas competiciones o por qué momento pasan, pero sí estoy al tanto de esos grandes momentos que vivieron sus aficionados al menos en los `80 y ´90.
Os dejo tres videos, no muy largos, para que veáis qué es una carrera emocionante de verdad, de las que te levanta del sofá como si fuera el fútbol. O mejor aún.
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