Hoy publico por primera vez una “prueba” de un
coche. Como soy profano en este tipo de cosas, he escogido una víctima fácil:
el Grand Cherokee de la familia, un
todo terreno del 2003 gris granito muy interesante.
El Coche: inicios
El 4x4 más grande de Jeep nació en 1993 y fue renovado en 1999, dando lugar al diseño que tenemos aquí entre manos. Aunque la estética siempre es una característica subjetiva, esta segunda generación del Jeep resultó en su día muy atractiva, y a pesar de los años, sigue manteniendo cierto aire de coche moderno. No da la impresión de estar desfasado desde ningún ángulo.
Mecánicamente, en Europa comenzó comercializándose con dos motores gasolina -4.0, 6 cilindros en línea de 193cv y un V8 con 235- además de un 3.1 diesel de 5 cilindros fabricado por VM cuya fiabilidad no era la mejor de sus virtudes. Por esta razón, fue rápidamente sustituido por un propulsor de origen Mercedes-Benz -proveniente del ML- , con ligeros retoques principalmente en el turbocompresor y colectores de admisión y escape, que Jeep denominó CRD y del que hablaremos más adelante.
Su precio partía de 38.950€ en su versión de acceso laredo, existiendo otras dos versiones superiores, limited y overland.
Interior y equipamiento
El Grand Cherokee es un coche muy enfocado a la comodidad, con lo bueno y lo malo que eso conlleva. Cuando montamos en el, lo primero que llama la atención es que tiene dos butacas por asientos. Grandes, de tacto blando -quizá demasiado, para mi gusto, aunque los usuarios de mediana edad suelen encontrarse muy cómodos en ellos- y ajustables eléctricamente. Son realmente confortables, aunque no destacan por su sujeción lateral.
El segundo aspecto que llama la atención es la ingente cantidad de espacio que nos rodea. Se necesita coger un taxi para tocar al acompañante y hay muchos -y de generoso tamaño- huecos portaobjetos y en las plazas traseras. Tres adultos viajan cómodos de verdad. El maletero, de formas bastante rectas es igualmente amplio y se puede abatir el cristal o bien abrir el portón entero.
En cuanto a la calidad de los materiales, se nota su origen norteamericano -esos tios no harán un interior decente en su vida- y no alcanza el nivel de sus rivales (ML, X5, Range Rover) cuyos ajustes y plásticos están mucho mejor terminados y tienen mejor aspecto. No obstante, estamos ante un coche del segmento E, y el conjunto no desmerece en ningún caso.
Entre su equipamiento, además de lo habitual dentro de su categoría (climatizador, asientos regulables eléctricamente, doble airbag, ABS, ordenador de a bordo…) y sin olvidar que ronda los 10 años de antigüedad, también incluye control de crucero -muy cómodo y bien implementado- ,radio cd con amplificador de 180w y cargador de cds (la unidad probada equipa una pantalla con navegador.
En los próximos dias continuaremos con la prueba del coche, comentando la conducción y sus capacidades fuera de la carretera.
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