Esta semana en Motorpasión han probado el Subaru BRZ, hermano del Toyota GT 86: un deportivo fruto de la colaboración de laos dos fabricantes nipones que ya está arrasando al menos su mercado doméstico.
1.200Kg, traccíon trasera, motor boxer de dos litros y 200cv. Esos son los ingredientes de una receta que cuesta 30.000 € y que promete devolver a los conductores la diversión perdida, entre tanto deportivo aséptico y aburrido. No hay en el mercado nada tan divertido y que transmita esas sensaciones por 5 millones de las antiguas pesetas.
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